"Toda actividad es fútil si se mide con la escala de la eternidad." / Tristán Tzara

"El enemigo del arte es el buen gusto." / Marcel Duchamp

"Lo que hay de embriagador en el mal gusto es el placer aristocrático de desagradar." / Charles Baudelaire



viernes, 25 de marzo de 2016

entrevista con fernando pirchio (fragmento)

"...Te comento todo ésto (acerca del caso del obispo Picchi, que alcanzó las primeras planas nacionales a principios de los 80) porque ahí aparece la historia del dadaísmo. Le preguntamos (al obispo) qué había pasado con los casos Imbrenda y Manubens Calvet, si era cierto que había traído de Italia a un señor que estaba siendo buscado por Interpol que se llamaba Cora. A todo lo que le preguntábamos (yo era corresponsal del semanario La Ciudad) nos contestaba que todo era un malentendido, 'vayan a hablar con mi abogado, Paraguay 641, Capital Federal', no me voy a olvidar jamás de la dirección y cada dos minutos decía: 'es un malentendido, es un malentendido'.
         Entonces con Leandro y Boris, que éramos los tres que le prendíamos una velita al dadaísmo, nos dijimos: vamos a hacer la gran fiesta del malentendido y así nació con esa fiesta el dadaísmo criollo, que fue una expresión de arte kitsch, de arte espontáneo que tiene un efecto de estrellato de segundos, por ejemplo, teníamos un cajón lleno de aserrín y la obra se llamaba Pinocho ha muerto. Brillaba un segundo y era todo lo que queríamos lograr. A eso le mezclábamos música, literatura, pintura, obras de teatro, una de las cuales fue El quirófano de Fernando Arrabal, el surrealista español.
        Hacía nueve años que estaba cerrado el teatro Ideal y en un acto totalmente anarquista, rompimos la cadena y nos hicimos dueños por días del teatro, lo limpiamos, armamos la escenografía e hicimos la obra.

-¿En qué año fue eso?

-En el año 1985. En ese entonces estaba C. Rosenzwaig como secretario de cultura, que se ligó varios tirones de oreja por nosotros, sobre todo por una actuación nuestra antes de las elecciones (legislativas de ese año).

-¿Dónde encaja la turbamulta en todo ésto?

-La turbamulta es un título que le puso Leandro (se refiere al programa de TV Idolos de la turbamulta) y que responde a ser un ídolo de una masa desordenada y confusa, enardecida, que yo considero que son, por ejemplo, los hinchas de Maradona o de la Tetamanti."


Ricardo Avaro, El Perseguidor Nº 16, mayo/junio 2000.